En mi Portfolio, podéis ver publicado el siguiente trabajo, realizado con el departamento de Urbanística de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona.
Plantea la demolición de unos cuarteles militares y el aprovechamiento del vacío generado para construir una nueva area de centralidad. Dedicó un gran esfuerzo a la composición volumétrica de las manzanas, buscando una fragmentación que evite la repetición y el aburrimiento, que posibilite la sorpresa y los descubrimientos durante la vida en este barrio. La variaciones en la altura de los edificios me permitieron aportar densidad de viviendas en ciertos puntos, sin consumir excesivo suelo, a la vez que conseguir más variedad de perspectivas peatonales y cierto dinamismo y tensión en la imagen final del conjunto.
En este sentido se ha trabajado en muchos otros proyectos dentro del área metropolitana de Barcelona, como se constata, por poner un ejemplo, en el sector del Eixample Nord de Vilanova i la Geltrú, no construido aún:
O en esta Àrea Residencial Estratègica en Esplugues de Llobregat, del genial urbanista Manuel de Solà, a quien tuve ocasión de conocer personalmente durante mi colaboración en el estudio Arquitectura Produccions para el Pla Director Urbanístic de las ARE:
Años más tarde, como colaborador del equipo del Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill, tuve la ocasión de comprobar cómo éstas son las características más demandadas para los nuevos barrios residenciales en gran parte del mundo. El caso del que me ocupé fue el de una empresa Rusa con sede en Moscú. Aquí podéis ver sus construcciones antes de recibir nuestras propuestas:
Una mala herencia de las prácticas comunistas. Después de estudiar minuciosamente su tecnología, sus tipos estructurales, su sistema de construcción con paneles prefabricados, su diversidad de tipologías y alturas de edificios, y las distribuciones y tamaños más empleados en sus apartamentos, les propusimos un nuevo sistema que revisaba desde la trama estructural hasta el detalle de la reja de ventilación del sótano, y que tenía además muy en cuenta la implantación urbana de estos edificios, ofreciendo con solamente 10 prototipos básicos una casi infinita gama de soluciones urbanas nuevas. En una fase ya posterior, entramos en la composición de un caso específico de manzana, situada en una de sus áreas de desarrollo. A continuación podéis ver algunos de nuestros bocetos para este último proyecto de manzana, con algo más de interés volumétrico y espacial que los ejemplos anteriores ya construidos, y siguiendo siempre la filosofía del Taller:
No llegué a ver ninguno de estos nuevos prototipos de manzana construido. Es cierto que, desde el punto de vista europeo, no son un gran modelo, pero en comparación con las tipologías previas a nuestras propuestas, los avances de este empresa gigante de la construcción prefabricada han sido notables, y el impacto sobre la población enorme, dada la masividad y velocidad con la que se construye en esos territorios. Si os interesa más el tema, aquí podéis encontrar un artículo de una publicación rusa que habla sobre este y otros proyectos, analizando pros y contras con el fin de llegar a conclusiones generalizables para las futuras promociones inmobiliarias rusas.
Es este sin duda un tema muy interesante. Sin embargo, pienso que las recetas «generalistas» tienden a fallar en el ámbito de la arquitectura y el urbanismo, al estar éstos siempre ligados a un territorio, a un país con su propia organización político-social, su historia, costumbres, y tradiciones. Como diría Nicolau Maria Rubió i Tudurí, «només sent un bon català pots ser un bon arquitecte català». No es ninguna proclama nacionalista, al menos para mí, sino una sugerencia a impregnarse de todas estas realidades y pequeñas vivencias antes de intervenir de una forma tan decisiva y rotunda como es mediante la arquitectura.